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Arquitectos: Orma Architettura
- Área: 280 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Julien Kerdraon
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto en cuestión es la reconstrucción y reorganización de una ruina en el pequeño pueblo de Cristinacce, Córcega, Francia, para crear tres apartamentos de propiedad municipal.
El proyecto sigue tres ejes. En primer lugar, tiene un aspecto social, ya que no sólo es propiedad de la ciudad, sino que las tipologías son diferentes para responder a la diversidad de situaciones dentro de los pueblos corsos. En segundo lugar, es posible percibir una preocupación medioambiental, ya que ahora es una cuestión urgente para toda la isla. Este edificio representa una baja emisión de carbono, lo que lo convierte en el primero de este tipo en Córcega. Por último, el aspecto arquitectónico del proyecto tiene la forma de un edificio contemporáneo que se adapta a las necesidades de la vida moderna, pero en medio de un tejido antiguo y tradicional, siempre presente en nuestros pequeños pueblos.
Hay un acto de resistencia en el planteamiento de construir tres viviendas sociales en un pequeño pueblo, ya que también se pretende combatir la despoblación del interior ofreciendo viviendas de alta calidad para una población de bajos ingresos.
El proyecto se caracteriza por una estructura y una superficie mayoritariamente de madera. También se buscó integrar más los volúmenes y las formas modernas, considerando la unidad material y la sobriedad de las fachadas. Además, la arquitectura del edificio permite crear grandes aberturas, necesarias para cumplir las normas medioambientales, así como para enmarcar las vistas de las montañas lejanas.
Defender los méritos de una construcción de madera en Córcega ya no es necesario, ya que se trata de un material que no sólo se encuentra en abundancia en toda la isla, sino que además es una madera de altísima calidad. Aun así, hemos querido poner en valor la artesanía local y señalar que, aunque la madera es abundante, pueden surgir dificultades a la hora de construir con un material tan sencillo debido, por ejemplo, a la falta de cámaras de secado en la región de Córcega. De hecho, la mayor parte de la madera utilizada tiene que ser secada y procesada, tanto en el continente como en Italia.
El proyecto pretende dar respuestas inmediatas a los problemas que se plantean. Para ello, los métodos de construcción que examinamos debían ser precisos e integrar el hecho de que la madera que utilizaríamos no alcanzaría el contenido de humedad requerido del 13%, como ocurre normalmente con todas las estructuras de madera tradicionales. De este modo, evitamos el transporte de madera al continente y reducimos la huella de carbono del proyecto.
Por eso, como somos muy exigentes en todo el proceso, queríamos asegurarnos de que el proyecto fuera ejemplar en todos los aspectos. Este proyecto es social y ambientalmente correcto, valorando los recursos endémicos (la madera utilizada es de pino alerce) y participando en la repoblación del interior de Córcega.